¿Paramnesia o esquizofrenia?

Todas las mañanas despertaba cuando su marido se iba a trabajar, se levantaba de su cama y enviaba a su hijo a estudiar, se pasaba el día limpiando toda su casa, pues lo único que había quedado en su vida era mantener limpia y en orden su jaula, la que se suponía que era su hogar, cuando terminaba de hacer la rutina de limpieza se lanzaba a un mueble a descansar, encendía las luces del tocador y la noche comenzaba ya, entre más pequeña la ropa más entretenimiento habrá, sombra oscura en sus ojos y mucho lápiz labial, catarsis de una mujer cuando se comienza a maquillar, se puso sus tacones y de su casa salió a festejar, llegaba a su lugar de trabajo y ahora solo quedaba esperar; así salía a tragarse la noche en las esquinas de la ciudad esperando a ese alguien dispuesto a pagar por su belleza, fumándose su juventud y brindando su soledad, cansada de esperar con la mente alcoholizada, viendo como su cuerpo ya no valía nada, nadie quiere pagar por una prostituta vieja y usada habiendo cuerpos más jóvenes en las esquinas esperando ser estrenadas.

Dalia, su nombre de profesión, se dedica a llorar agarrando fuerte su carterón, tan lleno de nada como su mente y su corazón, cuidando los restos de una vida desperdiciada de la que lo único que quedaba era una vieja mujer sola, enferma y amargada, que por lo único que aprendió a hacer en su vida ya no es bien pagada, camina por las calles drogada con la esperanza de que alguien todavía quiera llevarla a casa.
Después de mucho caminar Dalia encuentra un ángel guardián que se acerca en su auto a ofrecerle cocaína y que más que ángel parece una pesadilla, pero que aparenta salvará su larga noche de fracasada cacería, Dalia sube al auto de éste anciano mal oliente que le ofrece poco pago por sus servicios complacientes, Dalia accede y se la lleva a otro lugar donde el anciano pesadilla comienza a tratarla mal, en su cabeza Dalia escucha como resuena prostituta, barata, pecadora y en su cara los golpes recibe mientras llora, ella no quiere defenderse, Dalia no tiene por qué vivir, no tiene hijos que cuidar ni un esposo al cual amar, está encerrada dejándose matar por los golpes de su propia verdad, la que lleva tantos años tratando de ocultar, ahora Dalia es sólo cenizas, otro cadáver de la sociedad, uno que echamos a un lado porque necesita despertar, su marido ya se va a trabajar y su hijo debe ir a estudiar.

“Si tenés la mente tan limpia, ¿Por qué no te vas de éste lugar? Ésta es mi propia pesadilla y para tus comentarios no hay espacio ya, llegaste al lugar menos indicado para sentarte a discriminar, todo eso está de más en ésta maldita podrida sociedad, donde se supone que nadie hace nada pero basta sólo con imaginar”

4 comentarios:

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  2. Santi, me identifiqué mucho con este...
    es muy silimilar como a cosas que he escrito.
    me gusta me gusta :D.

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  3. tan lleno de nada como su mente y su corazón... lo único que aprendió a hacer en su vida... no tiene por qué vivir... cómo se nota que eres... un hombre.

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  4. ..nadie hace nada pero basta sólo con imaginar”

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